martes, 8 de diciembre de 2009

Enojada con el Municipal

El miércoles pasado fui con H a ver el concierto de Congreso en el Teatro Municipal de Santiago. Todo muy lindo. Es decir, eran los 40 años de Congreso y tocaban junto a la orquesta del Teatro, no podía ser malo! Sin embargo volví un poco picada a mi casa por dos motivos:

1. No tocaron “En todas las esquinas”

2. Quedé con tortícolis después de pasar más de una hora con la cabeza chueca para poder ver algo (y eso que gasté la no despreciable suma de $18.000 en mi entrada!). Hay una configuración horrenda de asientos alineados unos detrás de otros en el sector de anfiteatro general (cuarto piso) que hizo que mi visión y la de mi acompañante fueran las siguientes:

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Lo curioso es que en las boleterías del teatro se ofrecían como gran cosa entradas desde $5000, lo que nos tentó a buscar estas ubicaciones, finalizado el concierto, con la idea de que serían terribles a juzgar por el precio (comparado con lo gastado por nosotros).

Al parecer las encontramos:


Justamente buscando en Internet los precios para las entradas del espectáculo de Pina Bausch que será en enero también en el Teatro Municipal, me encontré con este listado, en el cual queda de manifiesto la existencia de 3 localidades en las cuales pagas (y no poco) por ver un espectáculo a medias. Todavía peor, existe una localidad en la cual pagas por no ver nada (plop). ¿Se estaría pagando entonces la experiencia de estar al interior de este importante teatro? No del todo, ya que el ingreso a todas estas localidades es por el costado del edificio, desde la calle San Antonio por una insípida escalera sin conexión con el foyer ni con la platea. Si en 1857 (año en que se terminó de construir el edificio) esta división de clases tipo Titanic era normal, hoy día, más de 150 años después, me parece completamente absurdo.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Bravo!

Me gustó la crónica.

Anónimo dijo...

En el Municipal existen esas localidades para que personas que no pueden pagar por ver un espectáculo, que en general es carísimo, puedan acceder a escuchar al menos (por un costo razonable $2000 3000 5000) a músicos, orquestas coros, etc. internacionales de primer nivel. Espectáculos que usualmente tienen un costo de 40.000. Siempre ha sido así: mi papá siendo estudiante universitario viviendo solo en Stgo., hijo de trabajadores del salitre con puras pelusas en el bolsillo, juntaba sus chauchas para ir a escuchar grandes óperas allá por los años 60en esas mismas localidades. El punto es que el municipal no está pensado en espectáculos muy masivos ni populares en los cuales ver al intérprete es lo único importante. Esas localidades se hicieron para acercar a las personas que no podían darse el lujo de pagar entradas carísimas pudiesen acceder al menos a la música. El gran problema es que los artistas que arriendan un local como el municipal deben estar al tanto de estos temas ya que es responsabilidad de ellos la satisfacción de sus seguidores y creo que en estos casos no tienen idea de lo que paga su público ni qué se le ofrece. Si son un grupo del pueblo y con códigos morales y sociales ligados a los trabajadores, ellos mismos debiesen velar porque no se vendan esas localidades y sólo se vendan las que tienen vista al escenario. El error no es del municipal, el error es de la producción y de los artistas que no se involucran en lo que le ofrecen a su pueblo o a sus seguidores. Lo escribo desde el punto de vista de un usuario del municipal y que siempre compra localidades baratas para poder escuchar grandes obras por sólo 2000. Me molestan los artistas que dicen ser del pueblo pero a la hora de ganar plata les da lo mismo la gente que tiene menos. Yo soy de tendencia izquierda pero me cargan este pio de cosas.